Frases que no se deberían decir
A propósito del nuevo gobierno. \"Lo nuevo (en el gobierno) es tan irrelevante que no merece la pena contemplarlo\" ( J.M.Aznar )
Si los refranes fueran tan certeros como la realidad, dentro de unos años, o de unos meses, como Ud. quiera, de su gobierno, si es que algún día lo llega a formar por encargo de las urnas, se dirá lo mismo.
Además del refrán \" quien a hierro mata a hierro muere\", hay miles de refranes que cuando hablan de algo suelen acertar por cuanto son fruto de esa sabiduría popular, pausada, socarrona si se quiere, largamente pensada y lentamente dicha a través de la historia. Suelen ser metáforas seudo metafísicas que vienen cargadas de contenido no agotable por cuanto caben múltiples interpretaciones; tal es el caso de otro refrán no menos conocido que parafraseando a ese deporte paciente, expectante, con tiempo para soñar sobre el vaivén de aguas plácidas o vehementes dice: \" por la boca muere el pez\".
Sin ánimo de diatribas a veces demasiado largas, quiero hacer una pequeña reflexión utilizando estos refranes alrededor de la frase que encabeza estas líneas.
Qué duda cabe que el momento actual requiere de una gran imaginación, de un gran tesón, de una gran carga de ilusión, para sacar adelante este trozo de tierra que poblada por personas se llama España. Da igual en este caso la causa de tal estado de cosas; pintan bastos como cíclicamente han pintado en cualquier página de la historia. Pero pintan bastos para todos, para los autores del momento, par los coautores, para los que han guiado el timón y para quienes han tenido parte en el rumbo del barco aunque sus manos no lo hayan dirigido directamente.
Hoy, como en otros momentos de la historia, no caben posturas inhibicionistas por un lado y críticamente vacías por otro. Lógicamente cada cual, desde su óptica partidista, tiene su legítimo interés a decir y hacer; a opinar y soñar; a juzgar y criticar; pero, y también lógicamente, en ciertas personas debería primar, aunque a veces no les falte razón, un poco más de ponderación en aras de la \" presunción de... \", palabra próxima a cortesía que confiere a toda persona, cuando menos, el derecho a que sea aceptada, en principio, como digna de interés.
Desde mi pensar, posiblemente erróneo, poco acertado, tal vez carente de fundamento, ningún líder, sea cual sea la bandera que enarbole, debería abrir los labios para decir frases cargadas de descalificación implícita pues para ello posiblemente tenga tiempo. No creo que eso pueda ser parte del \" estilo \" de las personas que piensan ser guías de un pueblo; si lo es, debería arrancarse la hoja del manual donde se diga y con ello se conseguiría una sociedad menos cargada de resabios, de frases huecas que a nada positivo conducen; podría alcanzarse la meta nada desdeñable de purificar el aire a veces cargado de demasiada fuerza negativa.
La frase en cuestión, cuando menos, debería haberse dicho cierto tiempo después; la prudencia aconseja dar un margen de confianza antes de juzgar; a veces hay que tragarse las palabras dichas por incumplir ésta norma de comportamiento.
Lo de menos es el autor, podría haberla dicho cualquier otra persona, lo importante es la existencia misma de la frase que anticipa el pensamiento desconfiado de unas persona sobre otras; aun en el supuesto de que al autor no le falte razón para decirla, para acuñarla, es un buen punto de partida para toda persona, y más para las personas guías, la ponderación, tal vez su continua presencia en un mundo enfurecido lograra apaciguarlo, sosegarlo, hacerlo más habitable. Entre los beneficios de la ponderación está la estima hacia quien la ejerce.
En otro orden de cosas y respecto del segundo refrán mencionado sólo una pequeña consideración: hace unos meses, en pleno fragor preelectoral y electoral, se hicieron promesas de ciertas actuaciones en la meseta verde de este trozo de tierra rodeada de agua e ilusión; según se decía, en poco tiempo se iniciarían acciones tendentes a sustituir al guía de aquella meseta verde, llena de encantos y personas recias. De momento las acciones no se han iniciado por quienes las podían llevar a cabo. Imagino que el deporte de la pesca se ha vuelto político aunque no desearía que éste engullera a ningún pescador válido pues hay pocos y hacen falta.